El hermano de Filippo Tortu, miembro del equipo de relevo 4×100 m italiano que se proclamó campeón olímpico en 2021 en Tokio, fue suspendido tres años por la Federación Italiana de Atletismo (FIDAL) por haber espiado al doble campeón olímpico Marcell Jacobs.
Giacomo Tortu, exatleta y actual presidente del club Raptors de Milán, fue sancionado con dos suspensiones por haber tratado de acceder con la ayuda de una agencia de detectives privados a datos personales de Jacobs, con la esperanza, según la prensa italiana, de demostrar que éste había recurrido al dopaje.
La primera suspensión, pronunciada por la FIDAL, de una duración de 30 meses, se justifica por “la violación del respeto y del cumplimiento de los estatutos y reglas federativas, así como los principios de lealtad, integridad, equidad deportiva y disciplina, que constituyen los fundamentos del deporte”.
La segunda, de seis meses, se añadió a la primera “por haber cometido la infracción con el objetivo de cometer o de disimular otra, o por asegurarse así mismo o a otro una ventaja”.